
Pertenece al municipio de Ribadeo, en la provincia de Lugo (Galicia).
Los arcos llegan a medir 30 metros, sólo se puede acceder a esta playa en marea baja y así disfrutar de sus cuevas y arcos de cerca, así como de su arena blanca o pozas de aguas turquesas.
La pared rocosa de estos arcos, está formada por pizarra y esquisto que se han ido erosionando para dar lugar a estas formas caprichosas.

Esta maravilla de la naturaleza, hay que admirarla de cerca... ¿no creéis?
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