Hace algo mas de un año, mi marido y yo hicimos un recorrido por Segovia, Avila y Salamanca. Un viaje inolvidable, además de la belleza histórica y más que conocida de estas tres ciudades, fue para disfrutar con todos los sentidos. Bonitos lugares, hoteles con encanto y una gastronomía inigualable, ese chuletón de Ávila, ese cochinillo de Segovia..., todo un lujo para el paladar. Recuerdo especialmente ese pueblo amurallado de Pedraza, donde al pasear por sus calles te trasladas a la Edad Media. En Ávila se sentía la presencia de Santa Teresa, entre esas impresionantes murallas. Ese acueducto de Segovia que me impresionó de día y me enamoró de noche. Y esa catedral de Salamanca, donde he visto mas novias por metro cuadrado que en ningún otro sitio. Me alegro haber hecho ese bonito viaje y lo recomiendo a todos.
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